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Holla Madrid

Folletos en la calle

Cada mañana, salgo de la boca del metro y empeiezo mi viaje a la Calle de Prim, 19. Y cada mañana en cuanto tomo diez pasos en la dirección de la universidad tengo que decidir si quiero tomar el folleto del hombre que me lo ofrece cada cada día, sin faltar. En todas partes de Madrid hay hombres de treinta y cuarenta años repartiendo folletos de restaurantes, cafeterías, buffets y empresas. Nunca usan palabras. Solo miran para los ojos, y nada más establecer un contacto con los ojos, tienes que tomar el folleto. No sé del resto del pueblo de Madrid, pero nunca he visitado ni uno de los restaurantes anunciados en los folletos. De hecho, nunca he mirado al folleto para más que cinco segundos mientras siguo andando. De la última cosa, estoy seguro que no soy sólo. Cada mañana que tomo uno de los folletos del pobretón en la calle, yo lo pongo en la basura una manzana más cerca de la universidad. Y cada mañana, el folleto mío no es el único. Para un país europeo como España, aprendí que la gente no malgasta las cosas como nostotros en Estados Unidos. Cuando salga de un cuarto en la casa, la gente apaga la luz. Las duchas no tardan aquí, ni usa la gente mucha calefacción. Pero siempre toman los folletos y los tiran en la basura. ¿Porqué?

Yo vivo al lado de la ciudad de Nueva York y me voy allá tantas veces que pueda. Para mí no es algo extraño tener hombres en las esquinas de calles repartiendo folletos de yo sé qué. Pero nunca los tomamos. Decimos ¨no, thanks¨ y eso es todo. No insultos, pero no falsos actos de amistad ni algún atentado de generosidad mal apuntado. Pero aquí, en Madrid, todo el mundo siente la gran necesidad de tomar los folletos los cuales rapidamente se encuentran en la basura. Digo que esto es un malgasto de papel y también del tiempo del hombre en la calle (o por lo menos el restaurante o empresa que se emplea). A los ¨repartidores¨ siempre digo ¨no, gracias¨. Eso es todo. Sé que aquí parece ser mala forma no tomarlos, pero nunca voy a visitar al restaurante ni quiero gastar el papel ni el tiempo del hombre. Para los otros que quieran tomar los folletos y después echarlos en la basura, vale, por lo menos no es culpa mía si los bosques se agotan. Pero tal vez puedes decirme porque todo el mundo toma estes folletos solo para echarlos en la basura...

2 comentarios

Lena -

Estoy de acuerdo contigo, es un desperdicio de papel. Yo aquí hago lo mismo que dices que haces en NY, digo "no, gracias" y no acepto el papel que me quieren dar. Entiendo que es mejor que este señor esté trabajando entregando papeles de anuncios en vez de estar mendigando o robando, pero no apoyo la manera que las empresas malgastan papel para anunciar de esta manera.

Jorge -

Lo mejor de todo es que está prohibido... Por eso mira a todos lados mientras te los da. Hace algunos años era todavía peor.