Bilbao y Guernika
Hacía frío y lluvia, pero andemos por los museos y las calles de Bilbao, joya de la corona vasca. Un hogar para unos 350.000 españoles, Bilbao tiene muchísimo para ofrecer, incluyendo un museo de clase mundial, el Guggenheim. Construyó en 1997, el Guggenheim es una obra de arte propia. Pero si quieres más, dentro de las paredes titanias hay obras de algunos de los artistas más famosos (y nuevos) del mundo. Como si esto no fuera bastante, hay también el Museo de Bellas Artes un poco al sur del Guggenheim. Con arte de los siglos 11 hasta 20, el Museo de Bellas Artes pide un día completo para ver lo que se colga en sus paredes.
Además de la hipercultura, hay la cultura de todos los días. La comida en Bilbao, por ejemplo, es muy rica. Probé unas tapas y unos bocadillos, todo con sabor español, pero con un aspecto distintamente vasco. Y siempre hay la gente. Son muy simpáticos todos que yo conocí y mientras todos te jurarán que hablan euskadi, solo oí castellano. Mejor, supongo, porque no entiendo ni una palabra de la lengua vasca, pero también esperaba la oportunidad de oír euskadi un su propio casa. Quizás en San Sebastian o Pamplona.
Más que Bilbao, también ví Guernika, un pueblo lindo un poco al sur de Bilbao. En 1937, la ciudad fue bombeado por el ejército español bajo el control de Franco. Es por eso que Picasso pintó su cuadro probablamente más famoso, Guérnica, una obra que se oponía muy fuertemente la guerra.
Lo que me sorprendió más fue el orgullo de los vascos de su país y su cultura. En la televisión hay por lo menos dos canales enteramente en euskadi. Y, además, tienen noticias del país vasco y deportes del país vasco y todo que quieras saber del país vasco. Más, todos los señales en las calles, toda la literatura de los museos y todas las cartas de los restaurantes son en euskadi. Como aprendí en Guernika, el espíritu vasco es más en vivo que nunca. Con nuevas libertades depués del control de Franco, la cultura vasca puede crecer. Con una cultura con tanto para ofrecer, me alegre que este crecimiento ocurra.
www.bilbao.net
Guggenhiem.org
Además de la hipercultura, hay la cultura de todos los días. La comida en Bilbao, por ejemplo, es muy rica. Probé unas tapas y unos bocadillos, todo con sabor español, pero con un aspecto distintamente vasco. Y siempre hay la gente. Son muy simpáticos todos que yo conocí y mientras todos te jurarán que hablan euskadi, solo oí castellano. Mejor, supongo, porque no entiendo ni una palabra de la lengua vasca, pero también esperaba la oportunidad de oír euskadi un su propio casa. Quizás en San Sebastian o Pamplona.
Más que Bilbao, también ví Guernika, un pueblo lindo un poco al sur de Bilbao. En 1937, la ciudad fue bombeado por el ejército español bajo el control de Franco. Es por eso que Picasso pintó su cuadro probablamente más famoso, Guérnica, una obra que se oponía muy fuertemente la guerra.
Lo que me sorprendió más fue el orgullo de los vascos de su país y su cultura. En la televisión hay por lo menos dos canales enteramente en euskadi. Y, además, tienen noticias del país vasco y deportes del país vasco y todo que quieras saber del país vasco. Más, todos los señales en las calles, toda la literatura de los museos y todas las cartas de los restaurantes son en euskadi. Como aprendí en Guernika, el espíritu vasco es más en vivo que nunca. Con nuevas libertades depués del control de Franco, la cultura vasca puede crecer. Con una cultura con tanto para ofrecer, me alegre que este crecimiento ocurra.
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